El vino que emergió del valle

Esta historia echa raíces, desde hace muchas generaciones, en el Valle de Guadalest (Alicante). En 1902 llega la plaga de la filoxera que arrasó más del 60% de las viñas, la extinción de variedades autóctonas y la sustitución de viñedos por otros cultivos. Pero los hermanos Vidal Balaguer (Javier, Emilio, Pepe, Juanfer y Sergio) tenían un sueño y comenzaron a cultivarlo, dando vida a MASOS. Tenían a su favor el clima mediterráneo del Valle de Guadalest, la tierra caliza y arcillosa, la altitud de 700 metros sobre el Mediterráneo y la frescura de las noches de verano; condiciones que aportan a sus vinos unas cualidades excepcionales, que ya lucen el sello de la DOP Alicante y que cuentan con más de 90 puntos en la Guía Peñín.

Referencias que pueden ser degustadas en lugares como Lavinia, Estimar, Amazónico, Zalacaín o Hermanos García de la Navarra y encontrarse en su web.

PENYA DEL CASTELLET (91 PUNTOS)

100% Monastrell. Vendimiado manualmente en el momento justo de maduración y acidez. Está fermentado a 16 grados para resaltar los matices frescos y afrutados y mimado en depósito con sus lías durante 6 meses.

MAS DE LA MONA (91 PUNTOS)

100% Chardonnay. La barrica de roble francés en la que es fermentado le confiere complejidad aromática con notas a frutas exóticas y miel. En nariz emergen aromas a fruta blanca y pequeños frutos rojos.

ALBOR DE MASOS (92 PUNTOS)

80% Monastrell, 10% garnacha tintorera y 10% cabernet sauvignon. Su color rojo cereza y destellos violáceos se traducen en aromas a frutas azules silvestres, regaliz y especias. En boca, es intenso y carnoso con acidez perfecta.

VIDAL BALAGUER (93 PUNTOS)

35% Monastrell, 30% syrah, 20% petit verdot, 15% alicante bouschet (garnacha tintorera). Característico por sus aromas a chocolate y frutos negros en sazón, balsámicos y a las plantas aromáticas del monte bajo del valle.

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